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jueves, 15 de enero de 2009

Justicia para Alba. Condenados sus maltratadores


Las penas son por los delitos de lesiones, maltrato habitual y contra la integridad moral
La Audiencia reprocha "el gravísimo incumplimiento por parte de la madre de Alba de sus deberes de cuidado"
Alba sufre un deterioro de las funciones cerebrales muy grave con un trastorno del lenguaje escrito y verbal
La Audiencia de Barcelona ha condenado a penas que suman 20 y 22 años de prisión a la madre de la niña Alba y al compañero sentimental de ésta, respectivamente, por la brutal paliza que dejó a la pequeña en estado de coma en marzo de 2006 y que ahora padece una invalidez irreversible.
El tribunal condena a Ana María Cano y a Francisco Javier Pérez por los delitos de lesiones, maltrato habitual y contra la integridad moral, y les impone el pago de una indemnización de un millón y medio de euros para la menor.
La Audiencia reprocha "el gravísimo incumplimiento por parte de la madre de Alba de sus deberes de cuidado y asistencia de la niña", y deniega su petición de ser informada del estado de salud y la evolución de la pequeña. Además, le retira la patria potestad durante cinco años y le prohíbe acercarse a la niña a menos de mil metros cuando salga de prisión, igual que al procesado.
La Sección Vigésima ha declarado probado que, entre noviembre de 2005 y marzo de 2006, el imputado agredió a la niña en diversas ocasiones e, incluso, la ató "fuertemente" a una silla o le hacía tragar en cuchara sus propios vómitos. No obstante, el tribunal descarta la petición del fiscal de condenarlos por intento de asesinato, aunque les ha impuesto las penas máximas por los delitos probados.
La Sala condena a Francisco Javier a dos años de prisión por un delito contra la integridad moral, a cinco años por un delito de lesiones con la agravante de parentesco, a doce años de cárcel por otro delito de lesiones con las agravantes de parentesco y alevosía, y a otros tres años por malos tratos.
El grave incumplimiento de la madre
En cuanto a la madre de Alba, el tribunal entiende que era "perfectamente conocedora" de las agresiones y las vejaciones que sufría su hija a manos de su padrastro, pero no hizo nada para detenerlos poniendo así "en grave peligro la integridad física de su hija". Por eso la condena a la misma pena con la única diferencia de que los magistrados la consideran cómplice y no autora de un delito contra la integridad moral.
Alba sufre un deterioro de las funciones cerebrales muy grave con un trastorno del lenguaje escrito y verbal -se comunica con gestos y sonidos- y con ausencia de movilidad en la parte derecha del cuerpo, por lo que va en silla de ruedas y depende de terceras personas "para la supervivencia y todas las actividades de la vida diaria", recoge la sentencia. Además de estas secuelas irreversibles, puede sufrir complicaciones pues hasta ahora ha rechazado todas las prótesis para paliar la pérdida de hueso craneal a causa de varias infecciones.
La sentencia rememora la paliza de la noche del 4 de marzo de 2006, cuando el procesado dijo a la acusada que bajara a la calle con la hija de éste mientras él le ponía el abrigo a Alba. Cuando se quedaron a solas, Francisco Javier "zarandeó brutalmente y con tal violencia a Alba que le provocó un hematoma subdural". Al ver que no bajaban, Ana María y la otra menor subieron las escaleras y se encontraron al acusado con la pequeña en brazos inconsciente -en coma- y la llevaron "inmediatamente" al centro sanitario de Montcada i Reixac, desde donde fue trasladada al Hospital Vall d'Hebron.
El tribunal también considera probado el testimonio de Maite, la hermanastra de Alba, que presenció los malos tratos y empezó a hacer lo mismo a sus muñecas, como relató su madre en el juicio. El padrastro de Alba tapaba la boca a la niña de Montcada con un precinto y le obligaba a beber agua con una jeringuilla.
No hagas la vista gorda...Que no dañen a los Angelitos...NUNCA!!!